Ciudadanos idearon una forma original para limpiar las playas de colillas

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Limpiar playas de colillas

¿Qué haces cuándo ves una colilla de cigarro tirada en la calle? ¿Eres de los que la levantan para depositarla en un contenedor apropiado o prefieres seguir caminando? Para los ciudadanos de Santa Cruz, California, la respuesta a esta pregunta siempre es la misma: levantar las colillas. Por eso idearon una forma original de limpiar sus playas de colillas de cigarro. ¿Quieres saber cuál? Te contamos a continuación.

¿Qué tan grandes son las colillas de cigarrillos?

Un grupo de ciudadanos en Santa Cruz, California, se unieron para recolectar las colillas que contaminan Cowell Beach. Con un balde en una mano, guantes y mucho entusiasmo levantaron más de 500 colillas en solo dos horas. Esto a pesar de que en la playa no se permite fumar. 

Pero el grupo de voluntarios no solo salió a limpiar. También diseñaron una ingeniosa forma de dejar un mensaje inspirador mientras limpian la playa, pues están seguros de que recolectar las colillas no es suficiente para resolver la problemática.  

Es así como decidieron dejar obras de arte en la playa en el lugar exacto en donde encontraran colillas de cigarro. 

Obras de arte en forma de colillas

De la noche a la mañana, Cowell Beach amaneció cubierta con decenas de letreros en forma de colillas de cigarro de un metro de altura. Cada una con un mensaje que explicaba por qué estas son un desecho peligroso para el medio ambiente. 

Sin embargo, lo más importante de esta campaña fue que más personas se percataron del grave problema de contaminación que enfrentan las playas de todo el mundo y lo importante que es limpiar las colillas de las mismas. Además de que lograron sumar más voluntarios para sus jornadas de limpieza. 

Como ves, no se necesitan grandes acciones para hacer un cambio significativo en el mundo. Basta con juntarte con las personas correctas y ser perseverante. 

También queremos que conozcas esta empresa que convierte las colillas de cigarro en mobiliario urbano
Fuente: KQED